miércoles, 4 de marzo de 2009

La fiesta canalla


De las dos entradas del café, siempre prefería la más estrecha, la que llamaban la puerta de la sombra. Escogía la misma mesa, al fondo del local, que era pequeño. Al principio no hablaba con nadie; luego ya conocía a los parroquianos de Le Condé, la mayoría de los cuales tenía nuestra edad, entre los diecinueve y los veinticinco años, diría yo. En ocasiones se sentaba en la mesa de ellos, pero, la más de las veces, seguía siendo adicta a su sitio, al fondo del todo.
No llegaba a una hora fija. Podía vérsela ahí sentada por la mañana muy temprano. O se presentaba a eso de las doce de la noche y se quedaba hasta la hora de cerrar. Era el café que más tarde cerraba en el barrio, junto con Le Bouquet y La Pergola, y el que tenía una clientela más peculiar. Ahora que ha pasado el tiempo me pregunto si no era sólo su presencia la que hacía peculiares el local y a las personas que en él había, como si lo hubiera impregnado todo con su perfume.
Veníos a bailar canallas...y llenadnos la casa. Lorenzo??? No podéis faltar ni tú ni tus videos. Pelirroja. Flequillo. Bombero, pompero... y un larguísimo etc, ya lo sabéis...
Y tú, bailas? Vente!!! Trae al amnésico, tal vez recuerde algo...

2 comentarios:

::: neway ::: dijo...

¡Ala la invitación de la fiesta! ¡Que surprise! Hacía tiempo que no pasaba por aqui, joe que guay :)

Ya no soy pelirroja... pero a ti te dejo que me llames así, como llamabas al rubio. ¿Vendrá el rubio?
¡Que ganas tengo de que esté cerquita!
Sólo espero que no aparezca el bombreo aunque...
si es para motivos no profesionales invitado queda jeje.

El larguísimo etc es interesante, mas que nada porque estarán los mejores, los auténticos.

Besos linda ;)

Anónimo dijo...

Creo que no vendrá el rubio pelirroja. Habrá ausencias pero muchas presencias. Y mucho amor. Y mucho de todo, como siempre...