martes, 16 de junio de 2009

Sueños marinos


Sabía que ese era el camino a la playa y por eso lo pegue ahí, pegandito a mi cama. Entre sueños me llega de vez en cuando olor a sal y me despierto con arena en los pies. Al principio casi ni me daba cuenta. Había veces que me despertaba morenita y un biquini aparecía colgado del tendedero. Todavía legañosa me preguntaba cuándo había usado yo ese biquini, pero la duda desaparecía en cuanto me metía a la ducha y en seguida me olvidaba. Una vez incluso, apareció un pez en mi almohada que me miraba con sus ojos saltones, con cara de habernos visto antes. Yo no lo conocía de nada. Cuando empezaron a crecer algas por las paredes empecé a sospechar que algo raro pasaba en mi habitación por las noches. Intuyo que se llena de agua y se convierte en el mar de la playa de la foto. Creo que buceo en sueños entre caracolas, atunes, sirenas, carpas... Es un mar luminoso y azul, lleno de brillos y luces provocados por la luna al reflejarse en el agua. Aunque claro, nunca lo sabré, mi mundo submarino desaparece al abrir los ojos. Yo por si acaso, ultimamente, duermo con unas aletas y una gafas de bucear debajo de mi cama, no vaya a ser que el mar me pille desprevenida.

Felices y húmedos sueños...





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