domingo, 24 de mayo de 2009

Mi faro y más recreo...


Llego con sal a Madrid. Esa sensación de olor a mar en la piel que hace que al ver las luces de la ciudad te creas que estás en el puerto, con el agua detrás, los barcos. Si hubieras estado aquí habría ido a tu casa corriendo, para que me saborearas de arriba a abajo. Estoy tan rica hoy...

Además he encontrado mi faro, lo he visto claro. Yo creo que me esperaba. En realidad es parte de una discoteca abandonada. De estos lugares de pseudolujo hortera de estilo árabe totalmente destrozado, como de un día para otro y graffiteado de mil colores. Increible, la barra, la pista, piscina, estatuas romanas... El contraste estético más brutal que he visto en los últimos tiempos. Es mi faro. Por fín, lo encontré... Ahí, pegándito a Almería. No guía barcos así que seguro que está ahí para todos, para cuando perdamos el camino. Nuestra luz.

Seguro que en el faro hacen falta trompetistas, y si son invisibles mejor, que te sorprenden de repente. Acércate un día! si te pierdes...

Besos gigantes y llenos de luz.

Para todos.

De la farera.
Hoy más que nunca...

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