martes, 26 de mayo de 2009

El sol de medianoche


A falta de autocine me he apoderado del cine Novedades. Creo que hace tiempo que no ponen pelis, en realidad yo nunca lo he visto abierto, así que he decidido hacerme un hueco. Me llevaré un colchón, unas velitas y mi proyector. Pondré un rótulo luminoso con un open gigante y proyectaré una trás otra toda la Nouvelle Vague, para ir a juego con el cine, más que nada. Habrá New York Herald Tribunes, muchos golpes y Cleos de 5 a 7. Chinoises, pianistas en el suelo, boinas y cigarros...pero lo mejor es que, al atravesar la puerta, los días se llenarán de novedades. Entras y, de repente, el cielo se vuelve rosa y la ciudad huele a bergamota, novedad. Mi jefe irá a currar en chanclas y bermudas hawaianas y me pedirá que baile con él el último tango. Vendrá la policía, pero no a echarme, si no a ver la última de Godard y mientras yo serviré, en patines, copas a 1 euro a todos los abstemios de la ciudad. De día iluminará la luna y por la noche las estrellas serán moradas, y verdes. Los coches iran volando, con alas gigantes y blancas, y las calles serán pistas de baile infinitas donde tú y yo bailaremos swing y rock and roll. Y estará Elvis que nos dará un abrazo y querrá casarnos por el rito zulú. Y nos besaremos, como locos, en cuanto salga el sol a medianoche.

1 comentario:

::: neway ::: dijo...

Que gran plan, que susto la poli! por un momento pensé que acabarían con el. Me encantó de veras, una pena que no sea real.

Lograste arrancarme una sonrisa un este día gris interno.

Merci Farera.