miércoles, 20 de mayo de 2009

El sitio de mi recreo (II)

Aunque ahora haya sido destino de mi huída aquí si que esperaría yo y más si me sepultaran mil besos. Me los iría comiendo uno a uno hasta sacar la cabeza, empachada, e ir viendo la luz entre lengua y lengua. Así sí, claro trompetista...

Estaba tan cerca de Africa que la radio del coche sonaba a árabe y a danzas de los siete velos y entonces pensé en lo curiosas e injustas que son las fronteras y en lo guapos que son los bereberes. Una linea imaginaria que separa el bien del mal y un pañuelo azul intenso que oculta sus ojos negros, rasgados. Si naces al otro lado no puedes pasar a nuestro supuesto estado de bienestar, no te dejamos, sólo en patera, lotería, la mitad muere en el camino. Injusto. Y sus pieles rojas, del color de las dunas. Guapos. Me vuelve loca su sentido del gusto, su interés por llenar la vida de pequeños placeres, de aromas, sabores, tejidos mágicos, almizcle, música, tambores, fuentes, terrazas que te llevan al sol. El pollo con limón y ciruelas y olivas. Cilantro, comino, naranja, limón. Celebran las lunas a ritmo de yembés y tienen rosas que huelen por tres. Ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, yo me cambio de lado. Saltaré la alambrada.

2 comentarios:

Miguel Ángel Maya dijo...

...Buen viaje, al otro lado, pero cuìdate...

Miguel Ángel Maya dijo...

(comentario compartido con el blog del trompetista invisible)
...Farera, mon amour...
...Tambièn a mì me gustan los juegos, por eso enseguida supe que eras Sancha, y me encanta tu blog, y espero tus guinios, tus ocurrencias, no me sacio de esperarte...
...Mucha gente ha pensado que Laura Mascherano era yo, tù tambièn. Como te he dicho, me gustan los juegos, pero no, Laura es ella y durante un buen tiempo no me perdonò que escribiera su email en mi libro. Ahora me ha perdonado. Estoy contento por ello, pero sigo sin entender bien lo que quiere de mì, como ella no entiende lo que yo quiero de ella...
...Tal vez sea eso lo que quiere decirme cuando dice que "todas hieren"...
...Beso con alevosìa tambièn a ti...