martes, 22 de septiembre de 2009

Alquimia y desengaño

Muy cerca de ese local cuyo nombre prefiero no recordar, pero que empieza por H y acaba por M se encuentra lo que para mi fué uno de los mayores descubrimientos de Madrid. Como cuando descubres un garito donde podrías vivir, cuando descubres TU rincón en la ciudad que te acoje, yo un día me encontré, simplemente porque desde fuera me invitó a entrar, con el negocio de Manuel Riesgo. Al cruzar la puerta huele a farmacia, a química y eso es lo que parece a primera vista. Una farmacia antigua, con un gran mostrador de madera maciza que parece que sobrevivirá al fin del mundo y una pared frontal llena de cajoncitos de madera (los de la foto) con todo tipo de potinges y productos que parecen sacados de un manual de alquimia. Pronto empiezas a darte cuenta de que esta tienda es especial, lo cual se confirma inmediatamente en cuanto escuchas las peticiones de la gente al hombre tras la barra (se llamará Manuel por relevo generacional??). Remedios para tuberías atascadas, pieles deshidratadas, líbidos perezosas, digestiones pesadas... Recetas contra el insomnio, los muebles que se estropean, las plagas de cucarachas, la depresión, el mal de amores... Pinturas, ceras, extractos de plantas, aceites, cal, sulfatos...¡¡esperma de ballena!!. Todo junto allí, en plena calle Desengaño, entre putas, artistas y tiendas de diseño. Me quedo allí un rato, cautivada, inmovil, supongo que hasta con la boca abierta. Cuando creo que van a cerrar me despido, con mi carita desencajada y me voy a casa con la sensación de que nada puede ir mal teniendo una tienda así donde pasar las tardes, y las mañanas, y los días grises, los domingos de verano... Un lugar donde tomar zumo de algas y ponerte una mascarilla de baba de caracol mientras alguien pide un remedio para su vecina que está demasiado buena. Llego a casa y leo la historia de la tienda "...este establecimiento fundado en 1866, que inició su andadura como herboristería, fue en su época el más importante de Europa, el cual por su extraordinario valor y calidad, tenía concesiones para el cultivo de plantas en la Casa de campo y en el Jardín Botánico, ambos del Real Patrimonio de Madrid, exportando sus productos a muy diversos países..." Ahora lo entiendo todo. Nací en tierra de brujas, tal vez sea mi lugar...

No hay comentarios: