jueves, 27 de enero de 2011

Ya no...

Ya no escribo para ti. Ahora soy libre, y sin embargo sigo soñando con aquella habitación de Reykjavic en la que apurábamos los días como si no quedaran más. Compartíamos cigarros de 8 euros y poníamos una y otra vez aquella canción en el Spotify. Ahora no puedo ni oírla, me mareo y me da un vuelvo al corazón. ¿Cuánto aguantaremos sin vernos? me preguntaste. Yo no te contesté y te empecé a hablar del sol que entraba por la ventana. Estaba tranquila, creía que nunca me separaría de ti. El mundo que hay ahí fuera nunca nos atrapará- pensaba. Tú me acariciabas y yo no quería dormir para no consumir los minutos. Ahora ha pasado el tiempo y tú te has olvidado de mi. En realidad, creo que sí que escribo para ti.