
Por fín llueve. Si lo piensas es increible que caiga agua del cielo. Es como un parque acuático enorme, como si toda la ciudad compartiéramos bañera y nos ducháramos a la vez. En realidad, es como si me hoy me hubiera duchado contigo, lo cual tiene su gracia. Decidimos sacar a Xuxo de paseo, a que se de un voltio. El pobre titititirita, necesita una bufanda a rayas. Yo me meto en mi faro, me pongo mis gafas de bucear y veo pasar el día...
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