viernes, 8 de enero de 2010

Fiebre y destino

Recupero mi espacio. Recupero mi tiempo. Mis canutos nocturnos y mis copas de vino. Te recupero. La nieve en la calle, las orejeras. Madrid.



En Bilbao cuando hay luna llena y la marea está baja toda la ciudad huele a mar. En Bilbao el cielo siempre está gris. Atravieso la nieve en un autobus volador y tengo fiebre en nochevieja. Fiebre de amor, pero contagiosa, que es lo peor. En añonuevo me recupero un poco, y vuelvo al mar. Despido a Zulueta y lloro, por él y por todos. Se de alguien que quería llevarte un regalo a tu casa donostiarra, y darte un beso, ya no podrá, nunca. Si lo deseas hazlo ya, que luego tal vez te lo Arrebaten. Y luego Lhasa, que puede que escuche que la escucho y sonría… tal vez. Pero el tiempo sigue avanzando, y el 2010 empezó, como si nada, como si todo. Todo es posible. El destino lo marcas tú, pero cuidado, sólo hasta que se acaba, y entonces plof, como la gasolina...

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