lunes, 28 de septiembre de 2009

Noche (2ª parte)


Yo lo veía todo desde fuera. Me creía observadora sin saber que ellos, detrás de mi, también me observaban a mi.

Cuando empezó la película yo ya estaba tan metida en la historia que intuía que me costaría mucho salir de allí. Era una mesa redonda. Comida, bebida, marihuana. Sonaban los doors aunque luego la musica cambiaría constantemente. Él, calvo y con barba roja de barbarroja hablaba de la astenia otoñal, de la alergía al polvo, de polvos. No le conocía de nada pero me cayó genial. Se convirtió, junto con la de las rastas, en uno de los observadores. Querían una cámara de video pero yo lo recuerdo todo, me lo estuve currando con mis neuronas toda la noche, intentando grabar momentos, memorizar escenas. Salió otra pelirroja por la puerta, llena de flores, vestido azul y llegó ella, que se llamaba Pilar pero todos la llamaban viento porque hacía ssssssssssshhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh ssssssssssssssssssssssssshhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh como el viento. Iba disfrazada con un vestido rosa, me lo han dejado, dijo, qué puede haber de hippy en el armario de una gótica?. Ah, claro, se me olvidaba, en la puerta ponía Peace and Love, creo que eso también fué importante. Viento llegó con Timba, la perra, y nos hablo de sus doce gatos. Ellos vaciaban un melón justo cuando llegó él, con su hija, unas enormes gafas rosas y una caja misteriosa. A mi lado uno de blanco daba besos a su chica. Creo que ya estamos todos, bueno, falta una rubia, pero llegará mañana. Felices sueños...


domingo, 27 de septiembre de 2009

Noche (1ª parte)


Era una noche de media luna, creciente, medio llena, que es muy diferente de medio vacía. Probablemente fué eso lo que marcó aquella noche, lo que la volvió mágica.

martes, 22 de septiembre de 2009

Alquimia y desengaño

Muy cerca de ese local cuyo nombre prefiero no recordar, pero que empieza por H y acaba por M se encuentra lo que para mi fué uno de los mayores descubrimientos de Madrid. Como cuando descubres un garito donde podrías vivir, cuando descubres TU rincón en la ciudad que te acoje, yo un día me encontré, simplemente porque desde fuera me invitó a entrar, con el negocio de Manuel Riesgo. Al cruzar la puerta huele a farmacia, a química y eso es lo que parece a primera vista. Una farmacia antigua, con un gran mostrador de madera maciza que parece que sobrevivirá al fin del mundo y una pared frontal llena de cajoncitos de madera (los de la foto) con todo tipo de potinges y productos que parecen sacados de un manual de alquimia. Pronto empiezas a darte cuenta de que esta tienda es especial, lo cual se confirma inmediatamente en cuanto escuchas las peticiones de la gente al hombre tras la barra (se llamará Manuel por relevo generacional??). Remedios para tuberías atascadas, pieles deshidratadas, líbidos perezosas, digestiones pesadas... Recetas contra el insomnio, los muebles que se estropean, las plagas de cucarachas, la depresión, el mal de amores... Pinturas, ceras, extractos de plantas, aceites, cal, sulfatos...¡¡esperma de ballena!!. Todo junto allí, en plena calle Desengaño, entre putas, artistas y tiendas de diseño. Me quedo allí un rato, cautivada, inmovil, supongo que hasta con la boca abierta. Cuando creo que van a cerrar me despido, con mi carita desencajada y me voy a casa con la sensación de que nada puede ir mal teniendo una tienda así donde pasar las tardes, y las mañanas, y los días grises, los domingos de verano... Un lugar donde tomar zumo de algas y ponerte una mascarilla de baba de caracol mientras alguien pide un remedio para su vecina que está demasiado buena. Llego a casa y leo la historia de la tienda "...este establecimiento fundado en 1866, que inició su andadura como herboristería, fue en su época el más importante de Europa, el cual por su extraordinario valor y calidad, tenía concesiones para el cultivo de plantas en la Casa de campo y en el Jardín Botánico, ambos del Real Patrimonio de Madrid, exportando sus productos a muy diversos países..." Ahora lo entiendo todo. Nací en tierra de brujas, tal vez sea mi lugar...

domingo, 20 de septiembre de 2009

FINE

Paseando descubrí que el cine Avenida ha vuelto a abrir sus puertas. mmmmmmmmmm.... que alegría, y yo que pensaba que estaban poco a poco terminando con las salas de cine en esta ciudad. Suerte que no. Lo único que le han cambiado el nombre pero no os preocupeis que todo lo demás sigue igual. Ahora se llama H&M, H de horror y M de mierda. Entras a la Sala 1 y te encuentras las últimas novedades, aunque también tienes clásicos, y pelis de los 80, 90, creo que es por eso que está siempre lleno de gente... Que pena. Encima han conservado parte de la arquitectura interior del edificio para que seas todavía más consciente de lo que se ha perdido. Según circulaba entre faldas, pantalones y multitudes se iban apoderando de mi una mezcla de ganas de llorar y de gritar a la gente - Pero no os dais cuenta que todo se va a la mierda??? - Ay Totó, si vieras esto...cada vez más lejos del Paradiso. FINE del CINE?

Luego compensé un poco el día, con un Anticristo que me hizo temblar y también llorar, pero esta vez de emoción y de miedo, y de sentimientos de piel de gallina...impresionante, no me la quito de la cabeza. Tan real en muchas cosas...

Esa misma noche me enamoré, como no podía ser menos después de tantas emociones en un solo día. Me enamoré de un objeto cuando de quien verdaderamente estaba enamorada se marchó sin dejar rastro. Era una copa azul turquesa, brillaba entre todas las demás bajo la luz de neón de la sala...increible. Era como una especie de mini mar luminoso, me fascinó, me volvió loca, y no sólo porque estuviera borracha como una cuba...

Algo más??? mmmmmmmm creo que esto es todo por hoy

besos de tornillo...para todos y todas

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Mapas... (2ª parte)

¿Cómo sería un mapa de olores? Sería invisible, claro, como el trompetista. Eso lo primero y más importante. Se guardaría en frasquitos muy pequeños y de cristal, como de perfumes mágicos traidos de la ruta de las indias. A primera vista parecerían vacíos pero al abrirlos, y ahora viene lo mejor, te transportarían a cualquier lugar recóndito del planeta. Sería un mapa con el que además se podría viajar en el tiempo. Un olor te puede trasladar a momentos ya casi olvidados. De repente empiezas a recordar, como en un sueño. O a momentos que nunca olvidarás pero que puedes volver a sentir, como si estuvieras allí , sólo con abrir el frasquito adecuado. Son sólo unos segundos los que puedes viajar en el tiempo o el espacio al recordar un olor, pero son instantes tan cargados de fuerza que cuando se acaban sólo queda suspirar y disfrutar de esa sensación melancólica de día de cielo gris...

El escaparate de la foto seguro que huele a cuero, y a flores, a día salvaje en la pradera, como el día de hoy huele a fin de fiesta, a rutina que vuelve con el viento del otoño...

Hoy he pensado que gracias a los coches viejos y a sus radiocasetes las cintas de música siguen vivas. Ay esos casetes grabados con la última canción cortada en la cara A y repetida en la cara B desde el principio, esos sonidos del botón play grabado... ¿¿¿Cómo podría guardar su olor???

domingo, 6 de septiembre de 2009

Mapas...

Siempre me ha caído fatal Isabel Coixet y sin embargo siempre acabo, irremediablemente, viendo sus películas. Es un poco por el rastro que dejó en mi Mi vida sin mi, pero creo que, sobre todo, porque sus títulos me vuelven loca. Esta vez ha sido un mapa de sonidos. Le robo la idea y pienso en mi mapa de sonidos. Me encantan las cucharillas que suenan en los cafés por las mañanas. Las voces de patio que se escapan de las casas. Las voces de calle que entran en mi casa, sobre todo las nocturnas: gritos de amor, de desamor, filosofías, canciones, peleas... Me gusta el ruido que hacen los hielos cuando se sirven un whisky en las películas. Me gustan tus gemidos, claro, y tu voz, grave, preciosa. Los sonidos de la tele dentro de los bares, sobre todo los telediarios: "en plena operación salida miles de españoles se dirigen a la costa en busca de...". Qué más? La lluvia en las ventanas, típico, tópico, pero increible. Una ópera saliendo de una ventana un domingo por la mañana, alguien hablando muy lento, muy suave, unos tacones bien llevados, sonidos de cocina, de fogón... Las olas, por supuesto...

jueves, 3 de septiembre de 2009

Red trip

El rojo.

Empezó como un juego.

La búsqueda de la esencia del color de la sangre, del amor.

Un único objetivo: seguir su rastro, dejarnos llevar por él. Sin límites. Seguirlo, perseguirlo. Filmarlo para luego mostrarlo.

Así comenzó el red trip hace poco menos de un mes. Y poco a poco la transformación, la pérdida de identidad, la fusión con el propio color en el que nos convertimos.

Atravesamos pueblos y ciudades como una mancha de pintura que va dejando su rastro. Ahora una línea roja recorre Europa, de oeste a este.

Pero el red trip va más allá. No ha hecho más que empezar.