lunes, 13 de julio de 2009

Lost in translation

Me siento relajada, tranquila. Ha sido un finde de emociones, melancólico, caluroso... y ahora, que es de noche y hay incluso un poco de brisa, siento que todo va bien. Estoy sola y paseo por la ciudad, voy flotando después de casi dos horas de dar puñetazos al aire. Madrid está tranquila, como yo, y se me ofrece entera, para que me la recorra. No hay prisa, no hay frio, no hay que correr al metro o al bar más cercano, no hay músculos contraidos, ni encogidos. Hay tirantes y piernas al aire, poca ropa, que no pesa y te hace sentir más libre. Hay silencio, a ratos, y bullicio de terrazas, a otros ratos. Se me antoja sushi de repente, pescado crudo, tierno, marino. El mar sin aderezos. Me meto en un japo de mi barrio en el que no he entrado nunca. Hay mesas pequeñitas, parejas, como mucho algún grupo de 3. Me acerco a la barra y me pido, mientras elijo mi comida para llevar, una gran copa de vino. Suena jazz de fondo, bajito. El camarero me sonrie, no es oriental, es muy simpático, muy elegante. Te hace sentir bien. Me llama por mi nombre desde que le eñseño el DNI para pagar con tarjeta. ¿Cuántos palillos te pongo Cristina? Uno, estoy sola - le respondo. Me rellena la copa de vino, me mira, sonríe de nuevo, y se pone a servir unos sashimis a una de las mesas. Pienso en las barras, en el camarero al otro lado, en esa imagen tan mítica de darle vueltas a la pajita de un cocktail sentada en el taburete con aires de tristeza, de soledad. Disfruto de esta sensación, me regodeo en mis pensamientos y sonrío timidamente, como si me estuvieran dando un masaje muy lento...

domingo, 12 de julio de 2009

Fotos y contrastes


Habanece que no es poco y huele a mar, a humedad, a calor asfixiante y gustoso. Hay bullicio, niños, y coches antiguos, preciosos. Hay música y cielo azul. Hay colores pasteles, palmeras verdes y esa decadencia arquitectónica que la hace única. Mmmmmmmmmmmmm...quiero un paseo en el malecón. Quiero Cuba!
Veo Soy Cuba y redescubro cosas que ya sabía pero que siempre viene bien recordar...

jueves, 9 de julio de 2009

Cruce...

Ella bebía tequila y fumaba cigarillos sin parar.
Él no encontraba su destino y ni siquiera sabía volver a su punto de partida. Deambulaba por la ciudad, desgastaba sus botas.
Se cruzaron. Hola, tienes un cigarro? No, y tú, sabes cuál es mi camino? Claro, soy experta en caminos. Sígueme!
Fué bonito mientras duró, sobre todo intenso. Luego ella volvió a sus tequilas y de vez en cuando se encontraban, noctámbulos, dando vueltas de ciudad.

martes, 7 de julio de 2009

A la calle


Como en casa hace tanto calor hemos decidido bajar el salón a la calle. Tenemos sofá y un mueble donde pondremos las figuritas de porcelana recuerdo de Benidorm. La bici, por supuesto, es parte de la operación biquini, no puede faltar el gimnasio de la teletienda en el hogar de clase media español. Estaremos estupendas este verano gracias a nuestro nuevo salón urbano, sólo falta un ventilador y nos iremos a hawai, bombay... Mi pregunta es, nos dejará la poli tomarnos unas cerves en nuestro nuevo y dulce hogar??

lunes, 6 de julio de 2009

Cricricri, la pájara azul

¿Por qué me gustan las medusas? No lo sé. Las encuentro bonitas. Antes, mientras las miraba, he pensado una cosa. Escucha, lo que nosotros vemos es sólo una pequeña parte del mundo. Damos por hecho que esto es el mundo, pero no es del todo cierto. El verdadero mundo está en un lugar más oscuro, más profundo, y en su mayor parte lo ocupan criaturas como las medusas. Eso nosotros lo olvidamos. ¿No te parece?

Haruki Murakami

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo

...Hubo un tiempo en el que pensé que me saldría una mancha azul por la que vería más allá de las cosas. Una mancha redonda, suave. Iba a ser mi secreto...

¿Hoy había luna llena? Me ha hipnotizado...

domingo, 5 de julio de 2009

Los moteros del desierto de sal


Continuando con las cosas extrañas, como las mermeladas de pétalos que hablan, y por cierto, están para comérselas, os voy a contar la historia de los moteros y el desierto de sal. Todo empieza cuando de repente vemos nieve entre desiertos, surgiendo de la nada, blanquísima. Cuarenta grados, la pisamos y vemos que no se derrite. El sol se refleja sobre ella. Ey, es sal, pruébala, está salada, como mi piel recién llegada del mar. La sal es un gran palíndromo que siempre me ha encantado. LaSaL. Como siempre me han encantado los moteros en sus harleys. Me gusta verlos pasar con sus banderas yankees y sus rubias de bote en la parte de atrás. En una de estas motos llegaron dos moteros al desierto de sal, como dos puntitos negros sobre fondo blanco y, en realidad, ya no hay más historia, siguieron su camino, como yo el mío. Pero, y si uno de los moteros se enamorara locamente de mi y nos revolcáramos sobre la sal? Sería un polvo salado y blanco, como el de los lavabos. Y si el otro se cae en un agujero y llega a un país blanco y subterráneo donde los hombres cantan blues y las mujeres bailan flamenco? Podría haber mil historias pero la verdad es que no la hay, sólo hay una foto. Dos moteros sobre un desierto de sal, cuero negro sobre el blanco. Curioso. Y volviendo a los pétalos de rosa, descubrí también, el otro día, que existe el perfume de jazmín y cigarrillos, que huele a trasnoche y a un buen final de fiesta en el que alguien saborea tu piel con olor a flor. También hay otro de Putain du palais, que huele a madera y a sexo, Vrai Blonde que debe oler a Marilyn, Matahari, Marqués de Sade, Libro Antiguo... una extraña colección de perfumes que alguien decidió un día inventar... Y más descubrimientos... que las sardinas saben mejor en la playa, que voy a apagar mi móvil, para siempre, que los flamencos se ponen rosas al comer un alga rosa del mar, que pronto haremos otra fiesta en la farmacia, que la vida es corta, que el sol brilla, que de nuevo he sido feliz a tu lado... Pequeños y grandes descubrimientos de cada día...

jueves, 2 de julio de 2009

Búsqueda

Cuando estás en un bar, pides unas tostadas y de repente una mermelada, no de melocotón, ni de fresa, no, sino de pétalos de rosa (que yo no sabía ni que existía) te dice, cómame, es cuando te das cuenta de que algo falla. Yo creía que las mermeladas no hablaban, y ahora he entendido que no sólo hablan, si no que encima son capaces de decir cosas que yo tardaría un siglo en sacar por mi boca. Cómeme dice la mermelada, y yo que te lo llevo intentando decir mil años. Empiezo a entender que no es suficiente la luz de mis ojos cuando te miro. Cómeme, cómeme y mañana será otro día....Baila!

Oigo ruidos de orgullo por mi ventana, oigo ruidos de corazones que rugen. Al final, la vida, no deja de ser una búsqueda continua del amor. En todos sus sentidos, en todos los rincones...