domingo, 19 de agosto de 2012

The city that never sleeps (Bklyn ...)

En una lavandería que nunca duerme puede suceder casi de todo. Puede ser que te encuentres un hombre leyendo en la puerta, con barba, sombrero y violonchelo. Puede ser que te preste jabón. Puede ser que sus ojos te atrapen. Puede ser que suene James Blake. Puede ser.
Puede incluso que te encuentres un negro gigante, pelo rizado y brazos enormes que te invite a bailar reggae. Puede ser que ese negro sea tu vecino y os vayáis juntos a casa. Y subáis al tejado. Y os toméis una copa. O dos. O puede ser que estés sola, y mires por la ventana, y haga sol, y entonces empiece a llover. Y dentro hace calor. Y no puedes salir. Y no quieres salir. Y no quieres volver. Puede ser.
Puede ser que suene un sexteto mágico y tú empieces a soñar. Y el mundo desaparezca. Y ya no hay mañana. Y ya no hay hoy. Y ya no hay nunca.

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