martes, 16 de marzo de 2010

Una habitación con vistas...

Siempre he querido tener una habitación con vistas.

-¿Con vistas a qué? -diréis.

Claro, eso es lo más importante, tener por tener no merece la pena.

Yo le pondría vistas al universo paralelo en el que tú me despiertas con un beso mientras entran rayos de sol por la ventana.

Yo te siento
y es de día.

En este universo
nunca
te despiertas de noche.

Porque no quieres. Porque la luz te activa y te da fuerza.

Me despiertas poco a poco
y tenemos
todo el tiempo del mundo.

Todo.

Todo el que queramos mientras dure el sol.

Todo acabará cuando salga la luna y tú y yo lo sabemos muy bien. Por eso nos entrelazamos y nos oímos respirar

y disfrutamos

simplemente

de que la luz nos acaricie

de que el sol caliente
nuestro corazón rojo...

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