jueves, 19 de febrero de 2009

Ojos cerrados


Sola en la farmacia, y pienso…dolor de alma? de barriga? dolores se llamaba lola y dicen que cambió su nombre por libertad. Bienvenidos y bienvenidas a la farmacia de las pastillas rosas. Pirulas contra la melancolía, contra los corazones agujereados, los ombligos demasiado grandes. Para curar el mal de alturas, bailar el vals de los recuerdos, ganarle un pulso al tiempo. Era mi norte, mi sur, mi este, mi oeste, mi semana de trabajo y mi descanso dominical, mi mediodía, mi medianoche, mi canción, mi charla; creía que el amor duraría por siempre: era una equivocación. Boticas que todo lo curan, boticarios que te enamoran con besos, farmacias de guardia y drogas de diseño. Albahaca, laurel, tomillo…mediterráneo. Sal, sal, sal, sal de dudas. Sabes a sal y me encanta. Me encanta que haga frío, me fascina la cantina. Me derriten si compiten. Me aceleran si me alteran. Me nublan y estimulan. Me ahogan, me excitan, me vuelven loca.

Esto cuelga de los azulejos, y el pobre xuxo que se ha quedado encerrado. Yo creo que cuando bailas con los ojos cerrados sientes más pero no ves nada. Es como en la vida, a veces está guay no ver y otras, lo que ves te deja ciego.

El amnésico veía pero no recordaba, que también es duro, y sí, claro, es un guiño. Un guiño curioso de lectora. Llegué a tu libro por ti, eso es importante, si no no creo que me lo hubiera leído. Tú me lo contaste. Tú lo escribiste. Yo sólo lo leí, no tiene mérito. Y me encantaría bailar con los ojos cerrados, pero no lo hago, sólo me llamo Cristina, como ella. Prefiero ojos abiertos, que observan... a ti te observé y tú hablaste, y escribiste. ¡Baila escritor!

2 comentarios:

Miguel Ángel Maya dijo...

...Cristina...
...Ahora lo entiendo todo...
...Es emocionante...
...Beso...

bisbigliarti dijo...

que bonita reflexión...