miércoles, 14 de enero de 2009

La grieta de Dona


Antes veía las pelis así, en dos pantallas. Era la única forma de que tuvieran sonido y yo me fui acostumbrando. Ahora casi echo de menos ese duplicado pequeñito. No te aportaba nada nuevo, (aparte del sonido, básico) pero estaba ahí, siempre, a pesar de que no tenía nada que hacer frente a la pantalla gigante que ocupaba el resto de la pared. Hoy la farmacia está de luto, murió Dona, la perra de Pablo. De repente ya no está y en una pared ha aparecido una grieta gigante. Yo pienso que es la grieta de Dona, aunque parece que la quieren tapar. A veces una capa de pintura te ayuda a empezar con una vida nueva, o por lo menos a tapar agujeros, que nunca viene mal. No sé, yo sigo prefiriendo las pelis dobles a las no pelis y los recuerdos a las capas de pintura.
Parece que la flequillo abandona los buenos aires, y yo estoy feliz porque parece feliz. Unos que van y otros que vuelven, como siempre.

1 comentario:

Miguel Ángel Maya dijo...

...Mmmhhh...
...yo quiero seguir leyendo estas historias de cine, de grietas, de dos pantallas, y en la anterior entrada no pude poner ningún comentario sobre Amarcord...
...¿verdad que vas a seguir escribiendo?...