martes, 27 de julio de 2010

Se acabó el baile...

...pero empieza fiesta

No puedo escribir sobre el mar, porque no lo he visto. La cofradía marinera de Vallekas creo que tampoco lo ha visto y lo lleva dentro, pero yo no, ése no es mi caso. No puedo escribir sobre la felicidad porque no la he visto, o si, que más da. No voy a escribir sobre la felicidad. No puedo escribir sobre la tristeza, y claro, ni hablar de la melancolía. El cielo azul de cada día, las cervezas en la calle, los tirantes, claro, me llamaríais loca. Ahora parece que no es el momento para esas cosas, si estuviéramos en otoño... Me introduzco sin querer en uno de los veranos más raros de mi vida. Verano de invierno sin nieve.

Tengo historias que contar, eso sí. Y éstas sí son veraniegas, curioso. Tengo una historia de Ventura, fuerte y buena, y una de sueños de verano. Las tengo, tengo, tengo...

Echaba de menos ésto...

y echo de menos los polvos de ventilador y sudor. Eso sí es verano. Eso sí.

De repente hay ventilador y salsita sabrosona, jeje, verano?? claro... A por ello!!!

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