…aquí estoy farero, te entrego mis pensamientos…

UNA LUNA EN LA NEVERA (Capítulo XVI del Hotel Existencia)

Me he levantaó y había una luna llena en la nevera. Ocupaba casi toda la puerta del congelador…era una luna madrugadora?...es que hoy hay luna llena y se escondía en mi casa mientras el sol iluminaba el día?...el caso es que estaba ahí y yo le he dicho buenos días y entonces he pensao en ti y en las lunas llenas compartidas, en tantos lugares…también con otras almas, almas que llenan la mía y la iluminan cada día. Recuerdo una redonda luna en el sahara a ritmo de cantos bereberes, un cielo infinito como el desierto bajo mis pies. Me encantó otra de polvo salvaje con cuasidesconocido, ésta fue en Madrid, hará casi un año, muy placentera, intercambio de energía. También llena de energía la de la despedida de karin, mi amor sueco. Fue en las vistillas, con picnic de queso y vino. La luna llena iluminó también mi primera noche en calvario, más Madrid y canuto en tirso de molina, me acompañaba Camila, casi ni nos conocíamos. También con sabor a marihuana y una tila bajada de mi casa rosa (eran otros tiempos y los nervios corrían por mis venas) aquella luna veraniega en la calle embajadores, alguien tocaba la guitarra y ponía música a la noche. Hubo otra luna perdida con Buendía, no conseguimos encontrarla, nos prometimos tomar la próxima desnudos, nunca llegó, o llegó pero con otra, ni lo se ni me importa. Otras iluminaron incluso mis campamentos de adolescente en los pirineos, cuando la falta de pilas en las linternas venía acompañada de ganas todavía sin gastar de comerme el mundo, hoy me lo sigo comiendo, pero poco a poco, sin atragantarme. Recuerdo otra luna de autobús, camino de Murcia, yo la perseguía, la cabeza apoyada en el cristal, el farero me esperaba, estaba tan feliz…otra también de autobús camino de bilbo, a visitar a la family (biológica claro, ahora tengo tantas familias…). Otra apareció de repente al cruzar la esquina de lavapies, con Camila y Noriega, los otros habitantes, les iréis conociendo, como yo poco a poco fui descubriendo todos sus secretos. Mientras, ellos se metían en mi vida, para, espero, no abandonarla nunca. Hoy hay una en mi nevera, presagio de la que llegará esta noche. Esta la viviré en soledad, me estoy tomando un tiempo, aunque la compartiré con el mundo, claro. Si todo va bien la próxima será en Formentera, de nuevo con los habitantes, igual hasta se viene Lorenzo, el farero…ganas…infinitas…nunca te abandonaré luna lunera.